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Luego de una frustrada fuga masiva de presos políticos del penal de Rawson en la que sólo ocho jefes guerrilleros habían conseguido volar rumbo a Chile, los demás fugados fueron detenidos en el aeropuerto de Trelew y remitidos a la Base naval Almirante Zar. Aquí, dieciséis de ellos son asesinados a sangre fría.
Los únicos que sobrevivieron, con gravísimas heridas, fueron la psicóloga María Antonia Berger, el estudiante Alberto Miguel Camps y el ingeniero químico Ricardo Haidar, quienes serían secuestrados y desaparecidos entre los años 1977 y 1982.